Salud, es un tema que a todos los seres humanos nos aqueja a diario, y por estos tiempos, mucho más la salud mental (porque sabemos lo vulnerables que somos). El buen juicio es algo que es necesario para tener una vida relativamente plena, al menos dentro de lo que cabe en este mundo lleno de sufrimientos, pero también lleno de felicidades. En este Blog trataremos algunas cuestiones que se inmiscuyen en este campo, algunos cuidados y seguramente otra serie de cosas que residen en esta área de la salud. Es fundamental estar pendientes de todo lo que sucede con nosotros, pero la gran mayoría de veces nos fijamos en cómo está nuestra salud física y asumimos que la mental está bajo control, cuando en realidad puede que algún acontecimiento o situación la esté afectando sin darnos cuenta, quizá no al punto de volverse un trastorno, pero sí puede ser algo que nos haga decaer involuntariamente.
Me pareció muy pertinente hablar de este tema porque es algo que hoy en día se está viendo bastante afectado a propósito de esta pandemia y de este aislamiento. Los casos de trastornos mentales han aumentado y empeorado, así que cuando me preguntaba sobre cuál podría ser el tema a tratar en mi Blog, lo primero que pensé fue en hacer algo que por estos días estuviese siendo muy anhelado y llegué a la conclusión de que ese algo era la salud mental, como si este año se hubiera extraviado totalmente, incluso en las personas más cuerdas. Otra motivación que tuve para escribir sobre esto fue que este pasado 10 de Octubre se celebró a nivel mundial "El Día de la Salud Mental" y entonces decidí: “Sobre este asunto quiero tratar”.
En este Blog hablaré sobre dos libros (que fueron los principales en que me centré), aunque también investigué otros tres de los cuales solo mencionaré más adelante sus autores y títulos, porque no me basé en ellos para crear este blog, así que como dicen por ahí, sin más preámbulo, comencemos...
El primer libro que llamó en buena medida mi atención fue "La Ética de la Salud Mental" de Josep Ramos Montes, y fue para mi maravilloso el descubrimiento de este escrito porque resultó ser más de lo que estaba buscando. No habla de la salud mental de la forma técnica y aburrida que tal vez muchos esperan cuando se trata de este tema, sino que su panorama es muy distinto, tornándolo a uno más emocional que científico. Comienza diciendo que realmente hay que vigilar con detalle nuestra salud mental, y a veces la de las personas que nos rodean, pues esta toca asuntos que no involucran meramente el área de la salud, es más, lejos de esto se mete en cuestiones políticas, económicas y sociales claramente (Ramos Montes, 2018, p. 12).
A medida que pasa el tiempo, según estudios, los trastornos mentales han venido en aumento y esto es abiertamente pesimista por razones que nosotros ya conocemos siquiera de nombre. Este primer libro lo que busca es dar el quid sobre los posibles motivos bio-psico-sociales que causan algunas patologías, como lo declara Ramos Montes (2018) en el siguiente enunciado "tratamos de dar algunas claves acerca de las razones de tal prospectiva, partiendo de una visión que trata de resituar la raíz compleja de los síntomas mentales […] más allá de la que propone el punto de vista exclusivamente biomédico" (p. 12).
Para conseguir esto se observa en los pacientes la discapacidad intelectual, los trastornos cognitivos y sus adicciones. Se habla también de algunas bases como lo son la autonomía, la competencia, la toma de decisiones y los valores básicos que se supone debemos tener interiorizados y que ayudan a tener una salud mental estable (ética y moral).
Por otra parte, se realiza un método para atender a la persona con este padecimiento, que, en primera instancia es un análisis de las situaciones que se presume pueden ser las causantes del trastorno y cuál podría ser su manejo, después se hace un repaso de la confidencialidad de la información, seguido de esto se da el diagnóstico y luego se procede al tratamiento y/o en algunas ocasiones hospitalización psiquiátrica, en esta fase el hospital desarrolla un tratamiento en comunidad para beneficio del paciente además de tomar las medidas de protección jurídica y modificación de la capacidad.
Josep Ramos (2018), en la última parte de este libro trata unos posibles modelos de atención a personas con estos achaques, planteando conclusiones de lo que debería ser la relación paciente-terapeuta (psicólogo o psiquiatra).
… pretendemos continuar, como muchos otros antes, el debate crítico acerca de cómo mejorar la práctica asistencial en el cuidado de las personas que padecen problemas de salud mental, partiendo del respeto a la diferencia, e incluso a la disidencia, pero, a la vez, asumiendo que los seres humanos, en tanto que, igualados por nuestra vulnerabilidad como especie, estamos llamados a cuidarnos, a la solidaridad y a la justicia (p. 13).
El segundo libro que estudié titulado "La Salud Mental y sus Cuidados" de Javier Cabanyes y Miguel Ángel Monge es incluso más comprensivo que el anterior, pues nos recuerda que la enfermedad psíquica es desconcertante para muchas personas incluyendo al doliente, quedando este de alguna manera estigmatizado. Es tedioso porque algunos trastornos o patologías tienen consigo manifestaciones muy peculiares, a veces son complejas y poco objetivas sus causas, adicionalmente en ocasiones, debido a la ignorancia, no se sabe lo que verdaderamente conlleva y las formas en que se debe actuar con determinada situación.
Monge y Cabanyes (2017) exponen que la persona que padece la enfermedad psíquica tiende a sufrir adjetivos peyorativos y diversas calificaciones sociales, educativas y por si fuera poco morales, condicionando la enfermedad y a la persona que la contiene.
Se trata, pues, de ayudar a comprender mejor a la persona que padece estos trastornos (qué le pasa y cómo lo vive), a entender la enfermedad misma (qué es y por qué se ha producido) y a descargarla de muchas connotaciones negativas que la acompañan (p. 25).
Pero no todo es un clima tan deprimente, pues debido a los avances de la ciencia los expertos en este campo (psiquiatras) han podio responder a muchas incógnitas respecto al enfermar mental porque tienen mayores conocimientos en factores neurobiológicos, psicológicos y sociales, por ende, las tácticas son más eficientes a la hora de sanar o por lo menos tratar.
Otra falencia que posee este asunto es la poca divulgación de lo que se conoce como trastornos o enfermedades mentales, aunque cabe anotar que recientemente se han venido implementando algunas políticas públicas que ahondan cada vez más en la psicología de las personas de determinada sociedad, pero no es suficiente, y la razón de esto es que hay muchos sectores o personas que no ven la magnitud de la importancia de tener un mayor conocimiento sobre esto, para así, como explican Monge y Cabanyes (2017), facilitarse una intervención eficaz, un apoyo adecuado y una convivencia pacífica, de modo que todo sea más satisfactorio y se lleve una expresión mental armónica.
… ayudar al desarrollo de una vida psíquica equilibrada que contribuya a promover la salud en este campo, logre prevenir algunos problemas y permita la detección temprana de otros. Partiendo del conocimiento de la naturaleza humana y de las aportaciones de la psicología de raíz antropológica, el libro quiere proporcionar algunas orientaciones generales y pautas específicas que faciliten la salud psíquica (p. 25).
1.La salud mental es tan importante como la salud física, me atrevería incluso, a decir que más, puesto que nuestro cuerpo reacciona de cierta manera por los estímulos que recibe nuestra mente, es decir, en todos los casos (o al menos la mayoría) nosotros movemos nuestro cuerpo de la forma en que queremos o podemos, porque ya nuestro cerebro emitió una orden por todo nuestro sistema, por esta razón debemos procurar tener una estabilidad mental equilibrada, porque de nada sirve tener en perfectas condiciones nuestro estado físico si nuestra psique está totalmente enferma, pues esta va a comenzar a crear trastornos y en el peor de los casos nos llevará a actuar como no queremos porque en nuestra mente desafortunadamente se desarrolló una patología grave.
2. Es absolutamente importante tomar las medidas necesarias cuando nos enfrentamos a una situación en la que sabemos que la salud mental de cierta persona cercana o no, incluso la de nosotros mismos no está lo suficientemente firme en la salubridad, pues corremos el riesgo de dejar avanzar la patología o el trastorno y es posible (bastante probable) que más adelante sea un problema mucho mayor todo solo porque no atendimos tempranamente como se debía este destemple. Muchas veces cometemos el error de pensar que lo que pasa por y en nuestra cabeza es completamente normal u cotidiano, solo que quizá con algún minúsculo fallo; y lo cierto es que ese tan pequeño desliz en la mayoría de los casos, es el que lleva la enfermedad a gran evolución trayendo consigo cantidades muy vastas de consecuencias.
3. Triste y usualmente las personas que padecen estas enfermedades psíquicas, sean tratadas o no, sufren de señalamientos y calificaciones por parte de la comunidad o algunas personas que los rodean (obviamente no en todos los casos) pero es verdaderamente triste que muchos de los individuos que comenten estos actos o palabras infames, arremetan tan fuerte (física o psicológicamente) con las personas que tienen estos padecimientos, como si eso los hiciera menos seres humanos que otros, o como si los redujera únicamente a los adjetivos que ellos les dirigen. Es de suma relevancia tratar de buena forma, o por lo menos con respeto a las personas que tienen enfermedades mentales, pues el trato (el buen trato) es una ficha clave para comenzar a ayudar a estas personas.
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