El primer libro que llamó en buena medida mi atención fue "La Ética de la Salud Mental" de Josep Ramos Montes, y fue para mi maravilloso el descubrimiento de este escrito porque resultó ser más de lo que estaba buscando. No habla de la salud mental de la forma técnica y aburrida que tal vez muchos esperan cuando se trata de este tema, sino que su panorama es muy distinto, tornándolo a uno más emocional que científico. Comienza diciendo que realmente hay que vigilar con detalle nuestra salud mental, y a veces la de las personas que nos rodean, pues esta toca asuntos que no involucran meramente el área de la salud, es más, lejos de esto se mete en cuestiones políticas, económicas y sociales claramente (Ramos Montes, 2018, p. 12).
A medida que pasa el tiempo, según estudios, los trastornos mentales han venido en aumento y esto es abiertamente pesimista por razones que nosotros ya conocemos siquiera de nombre. Este primer libro lo que busca es dar el quid sobre los posibles motivos bio-psico-sociales que causan algunas patologías, como lo declara Ramos Montes (2018) en el siguiente enunciado "tratamos de dar algunas claves acerca de las razones de tal prospectiva, partiendo de una visión que trata de resituar la raíz compleja de los síntomas mentales […] más allá de la que propone el punto de vista exclusivamente biomédico" (p. 12).
Para conseguir esto se observa en los pacientes la discapacidad intelectual, los trastornos cognitivos y sus adicciones. Se habla también de algunas bases como lo son la autonomía, la competencia, la toma de decisiones y los valores básicos que se supone debemos tener interiorizados y que ayudan a tener una salud mental estable (ética y moral).
Por otra parte, se realiza un método para atender a la persona con este padecimiento, que, en primera instancia es un análisis de las situaciones que se presume pueden ser las causantes del trastorno y cuál podría ser su manejo, después se hace un repaso de la confidencialidad de la información, seguido de esto se da el diagnóstico y luego se procede al tratamiento y/o en algunas ocasiones hospitalización psiquiátrica, en esta fase el hospital desarrolla un tratamiento en comunidad para beneficio del paciente además de tomar las medidas de protección jurídica y modificación de la capacidad.
Josep Ramos (2018), en la última parte de este libro trata unos posibles modelos de atención a personas con estos achaques, planteando conclusiones de lo que debería ser la relación paciente-terapeuta (psicólogo o psiquiatra).
… pretendemos continuar, como muchos otros antes, el debate crítico acerca de cómo mejorar la práctica asistencial en el cuidado de las personas que padecen problemas de salud mental, partiendo del respeto a la diferencia, e incluso a la disidencia, pero, a la vez, asumiendo que los seres humanos, en tanto que, igualados por nuestra vulnerabilidad como especie, estamos llamados a cuidarnos, a la solidaridad y a la justicia (p. 13).
El segundo libro que estudié titulado "La Salud Mental y sus Cuidados" de Javier Cabanyes y Miguel Ángel Monge es incluso más comprensivo que el anterior, pues nos recuerda que la enfermedad psíquica es desconcertante para muchas personas incluyendo al doliente, quedando este de alguna manera estigmatizado. Es tedioso porque algunos trastornos o patologías tienen consigo manifestaciones muy peculiares, a veces son complejas y poco objetivas sus causas, adicionalmente en ocasiones, debido a la ignorancia, no se sabe lo que verdaderamente conlleva y las formas en que se debe actuar con determinada situación.
Monge y Cabanyes (2017) exponen que la persona que padece la enfermedad psíquica tiende a sufrir adjetivos peyorativos y diversas calificaciones sociales, educativas y por si fuera poco morales, condicionando la enfermedad y a la persona que la contiene.
Se trata, pues, de ayudar a comprender mejor a la persona que padece estos trastornos (qué le pasa y cómo lo vive), a entender la enfermedad misma (qué es y por qué se ha producido) y a descargarla de muchas connotaciones negativas que la acompañan (p. 25).
Pero no todo es un clima tan deprimente, pues debido a los avances de la ciencia los expertos en este campo (psiquiatras) han podio responder a muchas incógnitas respecto al enfermar mental porque tienen mayores conocimientos en factores neurobiológicos, psicológicos y sociales, por ende, las tácticas son más eficientes a la hora de sanar o por lo menos tratar.
Otra falencia que posee este asunto es la poca divulgación de lo que se conoce como trastornos o enfermedades mentales, aunque cabe anotar que recientemente se han venido implementando algunas políticas públicas que ahondan cada vez más en la psicología de las personas de determinada sociedad, pero no es suficiente, y la razón de esto es que hay muchos sectores o personas que no ven la magnitud de la importancia de tener un mayor conocimiento sobre esto, para así, como explican Monge y Cabanyes (2017), facilitarse una intervención eficaz, un apoyo adecuado y una convivencia pacífica, de modo que todo sea más satisfactorio y se lleve una expresión mental armónica.
… ayudar al desarrollo de una vida psíquica equilibrada que contribuya a promover la salud en este campo, logre prevenir algunos problemas y permita la detección temprana de otros. Partiendo del conocimiento de la naturaleza humana y de las aportaciones de la psicología de raíz antropológica, el libro quiere proporcionar algunas orientaciones generales y pautas específicas que faciliten la salud psíquica (p. 25).
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